13.9.11

Ahora.

Pretendo conservar todos esos momentos en los que me hiciste sentir como una niña pequeña de nuevo cuando me hacías reír, reía contigo o simplemente sonreía, de pura felicidad, sin el más mínimo sentido ni la seguridad de que estuvieses ahí realmente. El simple hecho de pensar que una parte de ti era mía, o que estaba dedicada a mí, me hacía desear a todas horas el día en el que esa parte fuese cada vez más grande, esperaba ese día como un niño aguarda impaciente las horas que quedan para poder soplar las velas de su tarta de cumpleaños. Ese momento en el que la luz se va derepente, todo queda sumido en la oscuridad y un segundo después, aunque haya parecido una eternidad, resplandece de nuevo la luz que envolvía el lugar, pareciendo aún más brillante, completamente cegadora.
Activé una bomba, sin percatarme de que no me fijé en el momento en el que el temporizador predispuso su activación. No vi el riesgo cuando todavía era capaz de evitarlo.
Para ti ya no son importantes mis palabras. Ni las veces que sonrío, el ritmo de mi respiración, con qué frecuencia late mi corazón ahora mismo, nisiquiera si deja de latir.
Ya no te interesan la de abrazos que quiero regalarte, los besos que jamás he podido darte, las ganas que tengo de que te quedes cada noche aquí, conmigo.
Ahora me pregunto si algún día todas estas cosas significaron algo para ti.
Ahora me arrepiento de muchos riesgos que he corrido por ti, porque ya no sé si han valido la pena, ni qué harás con lo que hayas podido obtener de estos.
Ahora guardas con llave mis palabras en mi mente.
Ahora dejas pasar cada oportunidad, oportunidades que hubieras aprovechado en el pasado y que ya no darían un vuelvo a tu vida. Ya no te das cuenta, y si lo haces no te asusta.
Yo por el momento siento miedo, porque no me permites hacer otra cosa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario